viernes, 24 de octubre de 2008

UN NUEVO 24 DE OCTUBRE
Mensaje
Para las Asociaciones pro Naciones Unidas
De la Directora Regional América Latina y
Caribe hispanoparlante.
Sra Lucía Alberti

Estimad@s Colegas de las UNAs de América Latina.

Hoy más que nunca, debemos mantener unidos nuestros esfuerzos para acreditar en todo momento la pertenencia a las Asociaciones pro Naciones Unidas. Debemos honrar el rol de llevar adelante las difusión. divulgación y acción, de los temas que constituyen el fundamento de la misma.

Un mundo globalizado, complejo y en conflicto, asoma en este nuevo aniversario de la creación de la ONU. En los tiempos actuales y de futuro inmediato, los gobiernos del mundo y sus comunidades, deberán reafirmar con todo el énfasis la existencia y perduración, de este admirable Organo supranacional que ha sabido sostenerse y crecer por más de 60 años.

Etapas duras de pos guerra con descolonizaciones, conflictos de baja intensidad, confrontaciones tribales, magnicidios y hecatombes. Con hambrunas, violaciones a los derechos humanos, transculturalizaciones, inequidades, discriminaciones y persecusiones. En definitiva, todos los males que ha padecido el mundo después de la segunda Guerra Mundial, fueron tratados y mitigados por la acción de las Naciones Unidas.

Algunas voces dicen que hacían falta más acciones positivas, otras decimos que fueron tantas esas acciones, que no podemos contabilizarlas sin un ayuda memoria y aún así, quedamos en falta.
Frente a esas cavilaciones, bueno es preguntarse cómo hubiera sido ese mundo violento en la mayoría de las etapas, sin las Naciones Unidas. Al entender de muchos, que tienen gran capacidad intelectual, de investigación académica y de reconocida actuación en el campo internacional y humanitario, ( a quienes suscribimos), tendríamos un planeta desvastado, como sucedió al finalizar la guerra del 14 y por supuesto la del 45.

Por eso, desde una sencilla reflexión, abogamos para que la ONU cumpla un rol señero, ante este nuevo alerta planetario, que amenza la paz social, uno de los bienes más preciados para la humanidad. Nadie desconoce que hechos desembozados y embozados de corrupción, maniobras delictivas y un impulso de rapiña sin límite, asumidas como nuevas formas de conquista y sometimiento, se ensañan con la humanidad. Como hace mas de 60 años atrás, con otros métodos pero igual ansia perversa de dominación. En esta ocasión, lo hace a través de un globo financiero incomensurable, de consecuenicas complicadas y hasta podríamos arriesgar impredecibles, que nos ponen al borde de un precipicio dificil de sortear.

La diferencia está en cómo encarar esta situación. En hacerlo y refrescar de modo sincero, los alertas permanentes de la ONU en el sentido indicado. La Cumbre del Milenio y el nacimiento de los Objetivos y las Metas fueron el detonante máximo, que puso sonido a las voces de hombres y mujeres de Naciones Unidas, Expert@s, que venían planteando de manera insistente, que la desigualdad, la inequidad y el brutal trasvasamiento de recursos de los más pobres a los más ricos, estallarían en nuestros rostros.

Esos vaticinios son hoy una realidad que quita el sueño y hasta la vida a millones de seres humanos en el mundo actual. Por eso, la sintonía y el rumbo que pueda ser transmitido desde las distintas instancias y órganos de la ONU, asumen un nivel de tan alta envergadura, que es todavía dificil de cuantificar. Más aún , las Naciones Unidas, significan la esperanza para timonear el cambio que se avecina.

En este nuevo 24 de octubre y en el marco de los 60 Años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tenemos que hacer votos de fe y poner todo el esfuerzo para acompañar la transformación social. Desde nuestros humildes frentes asociativos pro Naciones Unidas, debemos acompañar, hacer conocer aún más y coordinar acciones con las diferentes Representaciones, Programas y Coordinaciones del Sistema. Como una manera efectiva de afianzar nuestro pequeño aporte, cooperando sin pausa, para el sustento, la credibilidad y fortalecimiento de las Naciones Unidas.