jueves, 31 de enero de 2008

RESPONSABILIDAD SOCIAL

La responsabilidad social nos involucra a todos y todas, para modificar el efecto invernadero que provocamos con nuestro descontrol. Desde la utilización indiscriminada de aerosoles y de vehículos en malas condiciones de uso, hasta la escasez de espacios verdes en las ciudades, cada vez más tapadas de cemento. Nadie duda de esto. Pero mucho más atañe a quienes tienen en su poder la posibilidad de evitar que más desastres climáticos se produzcan mediante un adecuado control y modus operandi para disminuir la contaminación ambiental por polución, los deshechos tóxicos a cielo abierto, la falta de tratamiento de aguas volcadas a los efluentes, el uso de gases ue afectan la atmósfera, la tala de arboles sin forestar los espacios que dejan, las siembras que erosionan los suelos y así podríamos continuar por largo tiempo.

Cuando desde las Naciones Unidas se comenzó a tratar la temática de la responsabilidad social, en especial de las empresas, nadie creía que podría ser real encontrar respuestas positivas. Sin embargo hoy, estamos frente a un crecimiento paulatino en la conciencia empresaria al respecto. Muchas fábricas sanean sus aguas con deshechos, otras ya emplean materiales que provocan menor contaminación, pero aún falta un largúisimo camino por recorrer.

Es imprescindible generar conciencia individual, además de esa conciencia colectiva tan importante. Si pensamos que en un futuro cercano y ya en el presente, estamos en situació de riesgo, dado que nosotros y nuestra propia descendencia puede sufrir los efectos caóticos del cambio de clima. Tsunamis imprevisibles, tornados, lluvias torrenciales y anegamientos de poblados o incendios incontrolables debido al calor y las sequías, en lugares paradisíacos de veraneo, son las fatales consecuencias que provocan.
Estragos en las economías locales, pérdidas de vidas y bienes, dramático futuro alimentario porque pueden quedar truncas las cosechas o el desarrollo de los sembradíos por heladas tempranas.

Nadie está excento/a de la responsabilidad que significa hacerse cargo del daño que los humanos provocamos en la naturaleza, que a su vez se vuelca en contra nuestro. Si bien es cierto que algunas de esas responsabilidades son mayores que otras, todas son importantes y suman al momento de resolver.